Felicidad Yáñez sustituyó a Cristina Guarga al frente del centro sanitario bilbilitano, donde en los últimos meses ha habido protestas por falta de profesionales.
Fuente: heraldo.es
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El mandato de Felicidad Yáñez al frente de la Dirección Médica del hospital Ernest Lluch de Calatayud ha concluido este lunes, menos de un año después de que asumiese el cargo, en septiembre de 2024. Fue entonces cuando fue nombrada por el Servicio Aragonés de Salud, perteneciente al Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, como responsable del centro sanitario bilbilitano, sustituyendo a Cristina Guarga, que la ejerció durante casi cuatro años. Sanidad ha confirmado el cese, pero todavía no ha comunicado los motivos.
Licenciada en Medicina y Cirugía, Yáñez completó su formación con un máster en servicios sanitarios y formación en alta dirección de entidades sanitarias y figura como personal docente de la Universidad de Zaragoza. En los últimos meses de su mandato, coincidiendo con la celebración de los 40 años de apertura de las instalaciones del Ernest Lluch, vivió una manifestación ante la falta de cobertura de distintas plazas de profesionales médicos y de servicios.
En abril, esa carestía se cifraba en hasta 13 vacantes de traumatología (2), cardiología (1), neumología (1), dermatología (1), hematología (1), farmacia (1), medicina interna (3), geriatría (1), otorrinolaringología (1) y radiología (1). Para suplir parte de esa necesidad de profesionales, el Salud ha recurrido, entre otras alternativas, a la contratación por la vía de las empresas privadas, por ejemplo en el caso de Traumatología.
Las plazas que no han podido cubrir, a pesar de las alternativas planteadas, son las de Neurología. Hace casi un mes el Salud planteó una alternativa para hacer más atractivo el puesto, pero el servicio, ante una baja sobrevenida de la titular, ha quedado desguarnecido, haciendo necesario el traslado de los pacientes hasta Zaragoza.
El periodo mínimo de la baja se extendía durante ocho semanas, tiempo durante el que el servicio está quedando desierto y, según la gravedad, los pacientes deben ser derivados hasta el hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.